El experto en rescate agreste
El heroe en turno es el panquequis quien se ha ganado a pulso el sobrenombre de pollo, y es que tan valiente como estos animalillos de la creaciòn, se asusta hasta de su sombra, es estudiante de medicina y voluntario aquì, en la Cruz de Plutonia, con una ternura probablemente propia de su edad (19 años) y un caminar muy peculiar ( a lo charles chaplin, pero arrantrando las pezuñas), se especializa en rescate agreste.
Recuerdo perfectamente un sàbado por la noche del año pasado (2004), en donde pidieron una ambulancia por un paciente precipitado varios metros desde un puente, llegado a la zona y en compañia de un alumno, decide bajar por el empinado terreno, resbalando al instante y rodando cuesta abajo, un poli que andaba por ahi tuvo la suerte de detenerlo ( como no, si casi le cae encima), comprenderan que mi querido pollo, era un manojo de nervios, pues ya se veìa cadaver en el fondo.
Lo chistoso de la situaciòn es que precisamente el alumno en cuestiòn conoce a la perfecciòn como bajar por esos lugares y cuenta con buena experiencia, èl, trato de detener al pollo, explicandole lo preligroso del lugar; mientras nuestro hèroe de pacotilla hacìa oìdos sordos llendose en picada.
Ahora y cada vez que ven al pollo no tardan en darle un gran saludo acompañado de volteretas simuladas con las manos, recordando al experto en rescate agreste.
Recuerdo perfectamente un sàbado por la noche del año pasado (2004), en donde pidieron una ambulancia por un paciente precipitado varios metros desde un puente, llegado a la zona y en compañia de un alumno, decide bajar por el empinado terreno, resbalando al instante y rodando cuesta abajo, un poli que andaba por ahi tuvo la suerte de detenerlo ( como no, si casi le cae encima), comprenderan que mi querido pollo, era un manojo de nervios, pues ya se veìa cadaver en el fondo.
Lo chistoso de la situaciòn es que precisamente el alumno en cuestiòn conoce a la perfecciòn como bajar por esos lugares y cuenta con buena experiencia, èl, trato de detener al pollo, explicandole lo preligroso del lugar; mientras nuestro hèroe de pacotilla hacìa oìdos sordos llendose en picada.
Ahora y cada vez que ven al pollo no tardan en darle un gran saludo acompañado de volteretas simuladas con las manos, recordando al experto en rescate agreste.
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JAFET -