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Heroes de Pacotilla

Cronica de cuando creiamos se acababa el mundo

Cronica de cuando creiamos se acababa el mundo Inicialmente este escrito se llamaba 50 segundos, pero decidi cambiarla porque explica como nos sentimos todos.

Y la tierra temblo para recordarnos lo insignificante que somos!

Era alrededor de las 8 con unos cuantos minutos, era tambien uno de esos dias en que podia tranquilamente sentarme frente al televisor para ver la serie en turno, me levante de la silla plegable en donde mi humanidad se encontraba desparramada, cuando escuche aquel rugido, un sonido que hasta la fecha me hace estremecer (y que gritaba furioso con un eco apagado, los voy a tragar, o al menos eso parecia), despuès un ligero simbrar del piso, que en segundos se convirtio en el terremoto que hirio de muerte a mi ciudad.

Aun no se como, entre la dificultad para caminar y un miedo que deberìa mejor llamar terror, logre salir a la calle donde mi papà me esperaba, tendiendome la mano me decia que me refugiara bajo el arbol de mango que corona nuestra banqueta, derepente en aquel caos que muchos creyeran era el fin del mundo, recorde que mi madre seguia dentro de la casa, trate de volver pero el brazo firme de mi padre me detuvo, (es increible como puedes llegar a pensar y analizar tantas cosas en tan poco tiempo) el tenìa razòn, ademàs mis fuerzas no eran nada contra aquel hombre que sujetaba con tal desicion mi muñeca, que permaneci ahì.

La tierra temblaba tan fuerte que crei no poder sostenerme en pie, las luces se extinguieron, haciendo una oscuridad total, habia gente que salia de no se donde y que corria llena de làgrimas y gritos; y ese maldito ruido continuaba perforando mis oidos y tatuandose en mi mente. La puerta principal de mi casa se abrio dando paso a mi madre, quien se encontraba completamente estupefacta, como cualquiera lo estarìa al despertarse en un mundo de tinieblas que se viene abajo.

Un segundo eterno....... un silencio ensordecedor seguido por el estrepitoso ulular de las sirenas, de los gritos de la gente y de los claxons de los carros cuyos tripulantes ansiaban con terrible desespero llegar a sus hogares y encontrarse con sus familias.
La luz no regreso màs por esa noche, el daño estaba hecho, 30 minutos despues con mi uniforme de paramedico que muy a mi pesar no mitigaba el tremor de mi asustado cuerpo llegue a mi base, el centro de la ciudad practicamente estaba en ruinas y escombros, tierra y olor a desolacion nos rodeaban, era una escena dantesca, los pacientes llegaban por montones y aun habia que patrullar las poblaciones vecinas, nunca se supo en realidad la magnitud del sismo pero hay afirmaciones extraoficiales de centros sismologicos fuera del estado y del pais que remiten hasta 9.2 grados en los picos mas altos, con una duraciòn de 50 segundos, fueron menos de 30 muertos, pero todavia hoy transitas por el centro y puedes ver las cicatrices del dia cuando creiamos que se acababa el mundo

2 comentarios

chiquidracula -

Lo que para una población entera fué el peor momento de sus vidas, para nosotros fue la oportunidad de poder sentirnos utiles al ayudar a tanta gente.....aun desconociendo en que situación se encontraba nuestra propia familia....gracias Dios por haberme puesto en este camino.....

Martha -

...las cicatrices del dia cuando creiamos que se acababa el mundo.

Me gusto.